31 de mayo de 1.938, martes.
De
Pitillas
Honor a
los mártires; nuestro pueblo que tantos héroes ha dado a la nueva España en
defensa de Dios y la Patria, tanto en los frentes del Norte como en los de
Teruel, tiene un mártir que agregar a la lápida que perpetúe su memoria a las
generaciones venideras, Aurelio Arizaleta Esparza, soldado de la vieja Guardia
de Lanaja (Huesca).
Presente, vilmente asesinado por las hordas rojas en
Sariñena el día 29 de septiembre de 1.936, después de dos meses y medio de terrible
persecución. Pobre Aurelio, tú, que sembraste tu camino de bienes, que tu
religiosidad te llevó en la triste revolución de octubre a perdonar a quienes
te insultaron y persiguieron, has visto coronado con el martirio tu gran amor a
Dios y a España Una, Grande y Libre, que tanto soñabas y que desde el Cielo, juntamente
con los grandes héroes que derramaron su sangre, la veréis florecer para gloria
de la Religión y admiración de esos insensatos que todavía están ofuscados por
esos malditos marxistas. Victoriosamente se pasean sus banderas por España
pronto serán triunfadoras en toda ella y ellas rendirán su gran tributo a todos
los héroes y mártires de la nueva España. Tu recuerdo mi querido hermano nunca
dejará de estar en mí presente ya que todo lo diste por tu amor a España. ¡Viva
Franco! ¡Arriba España! ¡Viva España!
E.
Arizaleta
R. I.
P.
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