Algunos gastos ocurridos en Uxue el año 1.808
Formaban el Ayuntamiento, Joaquín Nicolay, Juan Antonio Nicolay, Francisco Ibáñez, Antonio Ibáñez y Juan Pablo Andrés, no concurre a dar las cuentas Juan Antonio Nicolay, por haber fallecido. Depositario Ramón Jurío.
+ Pagados 63 reales fuertes a José Goñi, albañil, por los días que se ocupó en la composición de la cárcel, y a otra persona (No la expresa, por olvido) por la composición de rejas a causa de haberlas roto con motivo de haber sacado el populacho unos presos.
+ Pagados 536 reales fuertes a Matías Irujo, vecino de Tafalla, como son 400 por el coste de un caballo para posta de los franceses y los 136 reales restantes para el gasto que hizo durante el tiempo que lo mantuvo en su propia casa.
+ Pagados 271 reales fuertes a Josef Goñi y otros oficiales que se ocuparon en la composición de la basílica de Santa María la Blanca con inclusión de los materiales necesarios que se emplearon en ella, cuyos reparos fueron muy precisos a causa de que se iba a experimentar mayor ruina.
+ nº 67. Pagados 102 reales fuertes al alcalde Joaquín Nicolay por 17 días que se ocupó en las ciudades de Tafalla, Olite, Caparroso y Pitillas, en asuntos del real servicio.
+ nº 68. Pagados 212 reales fuertes a Benito Íñigo, regidor, por los viajes que hizo a Pamplona y dichos pueblos citados, en asuntos precisos y vigentes, a razón de 3 pesetas por día.
+ nº 69. Pagados 114 reales fuertes al regidor Francisco Ibáñez, por 19 días que se ocupó en iguales diligencias.
+ nº 71. Pagados 653’5 reales fuertes al regidor Antonio Ibáñez por los días que se ocupó en la entrega de víveres y demás que se llevaron a las tropas de las ciudades y villas arriba insinuadas como también a las de Peralta, Pitillas y otras.
+ nº 72. Pagados 2.255 reales fuertes a la ciudad de Olite, importe de trigo, cebada, avena, harina y dinero que se debía a dicha ciudad, como suplido por esta villa a las tropas francesas, cuya cantidad suplió por entonces Pedro Armendáriz y Marcelo Sada, vecinos de la misma, a quienes se les ha satisfecho por el depositario que da estas cuentas.
+ nº 73. Pagados 1.093 ducados, 9 reales y 29 maravedíes, importe de 75 vaquíos que se compraron para suministrar a las tropas francesas, los cuales se remitieron a la ciudad de Olite y villa de Pitillas. (consta razón individual de los sujetos a quienes se compraron y sus precios). Hay un rolde con el siguiente título: Razón de los vaquíos que se han comprado en el presente año de 1.808 para suministrar a las tropas francesas. La lista se compone de 63 vecinos, a casi todos se les compra una vaca, algunos 2 vacas y a dos vecinos, 4 vacas, que son Juan Pablo Andrés y Josef Antonio Iriarte; casi todos los ganados son vacas y algún buey.
+ nº 74. Pagados 6.555 reales fuertes importe de 860’50 robos de trigo que se compraron para dichas tropas de los sujetos que resultan del rolde que está firmado por el depositario, con expresión de sus precios. La lista está formada por 24 vecinos. Ejemplos: 12 robos a 4 pesetas el robo = 96 r. f.; un robo = 8 r. f.
+ nº 75. Pagados 3.463 reales fuertes, importe de 684 robos de cebada, comprados de los sujetos del rolde que también se presenta con expresión de sus precios.
+ nº 76. Pagados 2.765 reales fuertes, importe de 77 irascos comprados a los sujetos que comprende el rolde, que se presenta también firmado por el depositario, con expresión de sus precios. Son 3 sujetos: (Miguel Ongay, 50 irascos a 50 r. f. cada uno; Manuel Domínguez, de Cirauqui, 13 irascos a 50 r. f. y Juan José Mayo, de Uztárroz, 14 irascos a 40 r. f.).
+ nº 77. También se compraron 181 irascos, además de la partida anterior, como es 60 irascos a Josef Ramón Berrade, a 35 r. f.; 51 a Josef Antonio Iriarte y Sebastián de Arana, al referido precio, cuyas partidas se están debiendo. Y otros 60 irascos a Pedro Iriarte, a 36’5 r. f. y se previene que a este, por cuenta de ellos le tiene entregados 480 r. f. restando a deber 510 r.
+ nº 78. Se previene que Josef Antonio Iriarte dio para el consumo de las tropas, entre otras cosas, 291 cántaros de vino, a precio de 3 r. f. cada uno, los cuales se le están debiendo.
+ nº 79. Gastados 905 reales de plata fuertes gastado en los portes de leña, carbón, pan y otros víveres que se suministraron a las tropas francesas y españolas, a los pueblos arriba citados.
+ nº 80. Gastados 2.144 reales fuertes pagados con motivo de los bagajes extraordinarios y molestos a la ciudad de Pamplona, desde donde bajaban a la de Tudela y otros pueblos más bajos de la Ribera.
+ nº 81. Gastados 293 reales fuertes que tuvieron de coste las perdices y gallinas compradas para los comandantes franceses y el señor Virrey, que enviaban orden para remitirles.
+ nº 82. Gastados 665 reales fuertes que importó la leña comprada y remitida a Peralta, Pitillas, Olite y Tafalla, para las tropas.
+ nº 83. Gastados 610 reales fuertes que costó el carbón comprado y remitido para dichas tropas y dichas villas de Peralta, Falces, Olite, Tafalla y Caparroso.
+ nº 84. Gastados 727 reales fuertes, con todos los propios que han ocurrido en el año de estas cuentas, así los remitidos por esta villa, como por los comandantes de tropas francesas y españolas.
+ nº 85. Gastados 4.025 reales fuertes en dinero efectivo con las tropas francesas durante el tiempo y ocasiones que estuvieron en esta villa en que se les dio pan, vino, queso y aguardiente. Son 4.276 reales sencillos y 20 maravedíes.
+ nº 86. Gastados 2.571 reales fuertes con las tropas españolas en iguales víveres, bien que se les dio algunas partidas en dinero y se dieron por la fuerza a varios voluntarios que por las noches se presentaban y marchaban.
+ nº 89. Gastados 1.200 reales fuertes que ha suplido y entregado de la administración de la Carnicería Graciosa López, cortadora, en raciones a las tropas francesas y españolas en distintas ocasiones que han estado en esta villa.
+ Se pagaron a Antonio Arregui 27 r. f. por llevar las armas a Pamplona de orden de un comandante francés.
Cargo que se hace la villa son: 24.415 r. s. 4 m.
Descargo son: 50.641 r. s. 37 m.
Alcance contra la villa: 26.226 r. s. 27 m.
Además no están incluidas en las cuentas estas partidas y por tanto se deben:
+ nº 90. Advierte el depositario, que en el año, se consumieron 27 vaquíos, de valor de 370 ducados, los cuales se remitieron a las tropas francesas que estaban en Tafalla, Olite, Pitillas y Caparroso y se están debiendo.
+ nº 91. También se están debiendo 315’5 robos de cebada y 22 robos de trigo, de varios vecinos, cuyos precios están sin arreglar, y todo ello también se consumió con las tropas.
+ nº 92. Se consumieron con las tropas de la Casa Excusada, 106 robos de trigo, 19 robos de avena y 8 de cebada.
+ nº 93. Igualmente se consumieron de la Primicia 474 robos de trigo y 284 de cebada.
+ nº 94. De la misma forma se consumieron del Cuarto Decimal 607 robos de trigo, 239 de cebada y 178 robos de avena.
Nº 95. Tampoco se ha pagado a los vecinos la paja, ropa y otros utensilios que se les exigieron, previniendo que se ignoran si se deben algunas otras partidas.
Estas cuentas son presentadas en Pamplona para ser aprobadas y el juez del Consejo hace unas advertencias de que algunas partidas son incorrectas o no sujetas a la ley.
He aquí algunas de las partidas impugnadas, la causa dada por el Juez para ello y la respuesta proporcionada por el depositario y escribano.
+ Nº 27. Pagados a Joaquín de Nicolay, alcalde, 50 r. f. por la salida que hizo con orden de la Real Corte con motivo de la feria de Tafalla.
El Juez dice que aunque se presenta el recibo que acompaña y esas salidas son anuales, no legitima la partida por no haberse obtenido libranza del Consejo para poder pagarle.
El depositario y escribano responden que la falta de la libranza para comprobar la partida nº 27 dimana de que haciéndose por el alcalde dos salidas anuales, con orden de la Real Corte, a recorrer los caminos por las ferias de Tafalla y Pamplona, siempre se obtenían las competentes libranzas después de hecha ésta, que era por el mes de julio; y como para entonces esta capital se hallaba dominada por el Gobierno intruso, no se quiso practicar dicha diligencia en aquella primera efervescencia de crisis política en que la juventud de dicha villa estaba ya con sus armas en la mano.
+ Nº 36. Pagados 80 r. f. a Joaquín Palacios, cirujano de Estuche (especialista) de la ciudad de Sangüesa, que vino a esta villa con motivo de hallarse gravemente herido Babil Antonio Urzainqui, natural de esta villa.
El juez señala que aunque presenta recibo no legitima la partida porque este gasto es propio del herido, o del agresor en su caso, y nunca debe sufrirlo la villa y a lo menos, cuando lo hubiese adelantado por la primera necesidad, debe facilitarse su reintegro por el mismo herido o el reo si tuviese bienes.
Contestan el escribano y depositario que el honorario de cirujano de estuche don Joaquín Palacios, datado al nº 36, no admite al parecer reintegro del herido Babil Antonio Urzainqui, por haber sido su herida un balazo que recibió en encuentro hostil con las tropas francesas por haber tomado las armas en defensa de los derechos de Vuestra Majestad y de la libertad de la patria y a este sacrificio tan costoso no debe recargársele el sensible del reintegro, y el desembolso de una cantidad tan tenue por parte de la villa fue una demostración necesaria para sostener y fomentar el entusiasmo de unos bisoños guerreros, que guiados del más noble impulso se ofrecieron voluntariamente al sacrificio.
+ Nº 72 al 89. De entrega de raciones se datan 40.473 r. f. gastados en bagajes y suministros de raciones y demás gastos semejantes que las mismas hacen referencia, todo sin contar el importe de propios y dietas de que hace referencia otras partidas anteriores.
El juez señala que lo debe pagar el vecindario.
Le contestan que finalmente las enunciativas que se hacen en el último advertimiento a las cuentas de este año, son nada acomodadas a las agitadas circunstancias en que se vieron envueltos la villa y sus vecinos con motivo de haber sido su juventud la primera que se armó en toda la merindad, proporcionándose por la villa, a costa de cuantiosas sumas, su armamento, vestuario, manutención, prest y municiones, extrayéndose éstas de la ciudad de Tafalla, guarnecida de tropa francesa, a cuyas resultas, pasando una columna enemiga cometió todo género de tropelías; y aunque en las cuentas se tuvo la precaución, por obviar iguales escenas, de disfrazar esos rasgos de patriotismo y fidelidad con la capa de gastos hechos por las tropas francesas, nadie más decidido ni constante en huir su vista que los vecinos de dicha villa, que desde el principio de la guerra, hasta su conclusión, bastaba que asomase una columna enemiga o se tuviese noticia de su arribo, para que todos abandonasen sus casas y se retirasen a los montes y ocasiones repetidas hubo en que disputaron a los enemigos la entrada en el pueblo, haciéndoles fuego cual soldados aguerridos. Esta agitada situación fue un óbice para llevar una exacta razón documentada de lo invertido en objetos de guerra, porque a la hora más intempestiva e inesperada se abandonaban las casas y se dejaba todo a la discreción de las tropas enemigas; y esta leve pintura de la continua agitación de la villa y sus vecinos sirva de contestación a dicha advertimiento y todos los otros de años posteriores respectivos a gastos y suministros de guerra.
Al final las cuentas son aprobadas.