28 de septiembre de 1.939, jueves.
Boda
distinguida
La de
Josefina Arraiza con José Antonio Elola
En su
pueblo natal de Pitillas que se engalanó ayer con faustos de fiesta, bajo el
claro y tibio sol de la ribera, y en la misma iglesia parroquial donde fue
bautizada, se casó ayer, a las cuatro y media de la tarde, Josefina Arraiza y
Goñi, una de las figuras femeninas de más acusada personalidad, por guapísima y
por falangista, a la que tanto se quiere y admira en nuestra sociedad. Y quien
ha tenido la suerte y el buen gusto de llevarla al altar, haciéndola su esposa,
ha sido don José Antonio Elola, un excelente muchacho oriundo de la Argentina,
arraigado como abogado cultísimo hace años en San Sebastián, que actuó como
combatiente voluntario en las primeras Banderas de Falange que se organizaron,
y hoy ocupa por sus relevantes merecimientos el cargo de Diputado provincial de
Guipúzcoa.
No hay
para qué decir que esta boda que en Pamplona hubiera sido motivo de un homenaje
popular, constituyó en Pitillas los caracteres de un acontecimiento, a cuyo
rango y esplendor contribuyó la Excma. Diputación de Guipúzcoa, concurriendo en
Cuerpo de Comunidad, con maceros, alabarderos y atabaleros y el lucidísimo
cortejo de personalidades de San Sebastián y Pamplona que fueron, entre
profusión de damas y muchachas monísimas, en larga caravana de automóviles.
Desde la
casa nativa de la novia, hasta el templo, estaba la calle cubierta de largo
lienzo a manera de alfombra e invadida por todo el vecindario de Pitillas que
hizo objeto a los novios de un efusivo tributo de admiración y afecto entre
vítores y aplausos enardecidos. Realmente la comitiva no podía ser más vistosa
y espectacular –lo nunca visto en Pitillas- pero es que Josefina iba tan
imponentemente guapa, destacando el fulgor de sus ojos y el color mate de su
tez entre el níveo vestido de piel de ángel cubierto de manto de céfiro cuya
cola portaban de pajes sus sobrinillos Javierito y Ramón Ruiz de Alda Iturria,
que no podía menos de levantar a su paso un murmullo de admiración impulsando a
que se desgranasen las bocas en donaires y piropos.
Así llegaron
los novios a la parroquia, en cuyo pórtico cruzaron los alabarderos sus
alabardas para que por debajo de ellas pasaran aquellos, en tanto que el órgano
del templo los recibía a los acordes de la marcha nupcial de Mendelssohn.
Al pie
del altar que estaba resplandeciente de luces y con el boato de sus mejores
galas, esperan el ilustre sacerdote don Fermín Yzurdiaga que fue quien los casó
dedicándoles a continuación una inspirada plática, además de elocuente, como
todas las suyas, en la que glosó el sentido y espíritu del matrimonio
parangoneándolo con la unión de Dios y su Iglesia y con el símbolo del yugo y
las flechas, consubstancial con el sentido católico e ideológico que a los
novios les llevaba a su indisoluble lazo conyugal.
Apadrinaron
a los contrayentes la madre de ella doña Carmen Goñi, viuda de Arraiza y el
hermano político de él don Luis Fuentes.
Y firmaron
el acta matrimonial, como testigos, don Juan Pedro Arraiza Baleztena,
Vicepresidente de la Excma. Diputación de Navarra (tío y padrino de la novia);
señor Querejeta, Presidente de la Excma. Diputación de Guipúzcoa y Jefe
Provincial de Falange Española Tradicionalista y de las Jons; señor Correa de
Véglison, Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento en Navarra; don
Francisco Goñi, y los hermanos de la novia don Joaquín Arraiza Goñi, Doctor en
Medicina, y don Javier Arraiza Goñi, Teniente Piloto de Aviación Militar.
Terminada
la ceremonia religiosa, volvió de nuevo la comitiva, que fue despedida en el
templo a los acordes del Himno de Falange y la marcha nupcial de Mendelssohn, a
la casa nativa de la novia, donde se sirvió un refrigerio y de allí regresaron
todos a Pamplona, donde a las 7 y media de la tarde, en el Hotel “La Perla” fue
servida en mesitas separadas una espléndida merienda en torno de las cuales
vimos y anotamos a los siguientes invitados:
Doña María
Arraiza, viuda de Garjón; doña Camino Jaurrieta de Arraiza; doña María
Gorosábel, viuda de Pérez de Rada; doña Blanca Galbete de Sagaseta de Ilurdoz; señora
de Cortázar, señora de Anechina, señora de Baleztena (don Ignacio); doña Patro
Sagüés de Baleztena; doña Josefina Baleztena de Lizasoain; señora de
Huarte-Mendicoa; doña Eufemia Vidaurre; doña Soledad Villanueva de Amorena;
señora de Letamendía, señora de Remacha, doña Osoria Frauca, viuda de Arraiza;
Iturria de Ruiz de Alda.
SEÑORITAS:
Arraiza Jaurrieta (Conchita, Asunción y Charo); de Díaz de Cerio (Blanca y
María Teresa); Mercedes Goñi, Huarte Baztán, Rosario y Nachi Martinicorena,
Conchita Sagaseta, Maribel Etayo, María Dolores Castilla, Sagrario González
Boza, Carmenchu Goñi, Lupe Eguía, Pilar Galarreta, Vicenta Solano, Sara
Artundo, Marita Remacha, Jaurrieta Baleztena (Rosario, Silvita y Lolita); María
Isabel y Dolores Baleztena, Maru Galbete, Mercedes Ruiz de Galarreta, de
Letamendía, de San Sebastián; Sagardoy (Carmen y Dolores); Hernández (Carmen y
María Luisa); y Lila Elola, hermana del novio.
SEÑORES:
Jefe Provincial de Falange Española Tradicionalista y de las Jons de Guipúzcoa
y Presidente de la Excma. Diputación de Guipúzcoa, señor Querejeta; Diputados
Provinciales señores Churruca, Vicepresidente, Mendía, Caravaca, Telleur, Ruiz de Prada, Altuna,
Iruretagoyena y Querejeta (don Elías); alcalde de San Sebastián, señor Puente;
Secretario de la Diputación, señor Fernández; Secretario Provincial de Falange
Española Tradicionalista y de las Jons, señor don Nemesio Leal; don José María
Vella, señores Amestoy, Pena, Sagardia (Miguel y Antonio); Torner, Olasagasti,
Maíz, Pena (don Ignacio), Caravaca, Zaldo, Abad Ojuel, Director del Periódico “Unidad”;
Sotero Larrañaga, asistente del novio durante la campaña; Miguel Rivilla,
Letamendía, Luis Mari Goñi, Ángel Remacha, Manuel Macrón, Doctores Maldonado y
Huarte-Mendicoa; Salvador Gayarre, Crispín Martínez, Rafael García Serrano,
Alberto Artundo, Secretario Político de Falange Española Tradicionalista y de
las Jons; Ángel María Pascual y José María Pérez Salazar, Ignacio y Pello Mari
Baleztena, Carlos Lizasoain, Lorenzo Ruiz de Alda; Alcalde y concejales de
Pitillas, y el compositor y autor del “Cara al Sol”, don Agustín Tellería, que
fue quien interpretó el órgano durante la ceremonia nupcial.
Y mientras
toda esta concurrencia disfrutaba del baile que se organizó a continuación con
la orquestina del “Gayarre”, salieron los novios en automóvil de viaje de boda
hacia el Norte de España.
¡Que
sean muy felices! Pero hay que decir algo más. Y es esto: Josefina Arraiza, que
a su belleza espléndida de mujer castizamente española, sin exotismo ni
mistificación, ha unido en estos último años la circunstancia especial de haber
ejercido desde los tiempos heroicos el cargo de Delegada provincial de Falange
Española Tradicionalista y de las Jons en Navarra, deja aquí en Pamplona,
puesto que ya casada se va a vivir a San Sebastián, un vacío que será bien
notado en el orden político y social, porque en ambos ha brillado, lo mismo en
sociedad por su radiante prestancia, como por su actividad y tacto en la
organización de los servicios femeninos que han estado bajo su acertado
mandato.
¡Que
junto al hombre que le ha hecho su esposa sea todo lo feliz que se merece!
Así se
lo deseamos sinceramente, al propio tiempo que enviamos nuestra cordial
enhorabuena a ellos y a sus distinguidas familias.
M.
Diario
de Navarra. Nº 11.605