16 de abril de 1.913, miércoles.
Nuestros paisanos navarros
Un arzobispo navarro
Nuestros lectores tienen ya noticia de que nuestro
ilustre paisano, el Excelentísimo e Ilustrísimo Señor Obispo de Vitoria, Doctor
Don José Cadena y Eleta, ha sido propuesto por el Gobierno y el Vaticano, de
mutuo acuerdo, para ocupar la Silla Arzobispal de Burgos.
No puede extrañarnos esta designación a cuantos
conocemos las inmejorables dotes de que está revestido nuestro paisano para
regir las diócesis más difíciles, y por ello creemos que este merecido ascenso,
que es un premio a los dilatados e inestimables servicios prestados por el
Doctor Cadena y Eleta a la iglesia, ha sido un verdadero acierto.
Como navarros nos enorgullecemos de esta designación
y felicitamos efusivamente a nuestro ilustre paisano el ilustre Arzobispo de
Burgos, Don José Cadena y Eleta.
El actual Obispo de Vitoria y futuro Arzobispo de
Burgos, nació en Pitillas el 20 de marzo de 1.855, cursando sus estudios, con
gran aprovechamiento, en el seminario de Pamplona.
Dedicose a la cura del almas en Biurrun y Aoiz,
dando evidentes pruebas de su afabilidad en el trato de gentes, exquisito tacto
y singular prudencia, que no tardaron en elevarle al Provisorato y Vicariato
general de Ávila, de cuya Catedral fue canónigo.
Pasó a la diócesis de Madrid por haber sido nombrado
chantre de la Catedral; después fue Provisor y Vicario general.
El 18 de abril de 1.901 fue preconizado Obispo de
Segovia y en 14 de noviembre de 1.904 fue trasladado a la diócesis de Vitoria,
demostrando en todos los cargos el talento que resplandece en sus pastorales de
manera especial.
El Eco de Navarra. Nº 10.983
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