martes, 17 de julio de 2012

A MI HERMANO : SERVANDO ABETE


17 de julio de 1.937, sábado.


Servando Abete Tanco: presente.

Pitillas ha tenido el primer mártir de la Falange en la persona de mi querido hermano Servando, muerto gloriosamente en la cota 333, el día 9 del actual y cuyos hechos fue propuesta Bandera de la que formaba parte mi buen hermano.
Ya habían tomado el referido monte cuando la centuria que precedía a la de mi hermano quedose sin munición, entonces él, a pecho descubierto, sin tener en cuenta que el enemigo se encontraba escasos metros de distancia saltó de la trinchera para llevarles munición, pero una bala traidora atravesó su valiente cuerpo, dando con él en tierra, y  pronunciando solamente estas palabras: ¡Arriba España! ¡Adelante muchachos!
Yo conocía muy bien a mi hermano y sabía con qué desprecio de la vida luchaba por una España Grande y Libre.
Falangista de la Vieja Guardia desde el año 1.933, luchó con gran entusiasmo y tesón para propagar la doctrina nacional sindicalista, siendo él secretario local de nuestra Falange cuando tan difícil era ser falangista.
Unos días antes de morir me escribía y entre otras cosas me decía: ya estoy preparado para lo que me pueda ocurrir, como presintiendo su próxima muerte.
La Falange de Pitillas ha perdido nuestro mejor hombre, me decía hace unos días nuestro Viejo Camisa Javier Esparza, desde el frente y tiene razón: ha caído el primero y el mejor.
Ya no veré ni leeré tus larguísimas cartas impregnadas de nuestra gran doctrina y llenas de sabios consejos, pero no dudo que desde el Cielo nos has de enviar bendiciones sin cuenta para tus familiares y amigos, con la prodigalidad que siempre fue tu característica.
Falangistas de Pitillas: seguid el ejemplo de vuestro Camarada Servando, luchad con valentía y con heroísmo hasta acabar con todos esos canallas rojos y separatistas y gritad todos, como él siempre lo hizo y como acostumbraba a encabezar sus cartas, como buen católico y falangista que era. ¡Viva Cristo Rey! ¡Arriba España! 
Su hermano S. T. A.
Pitillas, 25 mayo 37

Diario de Navarra.


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