viernes, 25 de agosto de 2017
LEYENDA DE SAN RAMÓN NONATO
25 de agosto de 2.017
En
el azar de los años ocurrió algunas veces escaparse alimañas de la leonera de
Olite, que después vivían en la guisa salvaje de los bosques.
Sucedió
una tarde de verano de 1683, que cabalgando por sus campos don Ramón de Goñi,
caballero principal de la villa de Pitillas, fue acometido por un oso escapado
de las cercas de Olite. Y viéndose dicho caballero derribado en tierra,
desvalido de armas y sin ninguna ayuda por ser aquel paraje lejano y solitario,
imploró al santo de su nombre con una grande y triste voz: “San Ramón me valga”.
En
aquel instante, a la llamada de su fiel devoto, apareció suspenso en el cielo
entre rayos de oro el glorioso Santo vestido de blanco con su muceta roja y el
oso quedó muerto en tierra como herido de un rayo.
Por
tan insigne favor, la villa de Pitillas escogió a San Ramón como su santo
Patrono e intercesor en los cielos para alejar en los tiempos venideros todo
mal de animales y cuerpos y las plagas del campo.
Este
milagro sucedió en el lugar llamado Tres Ollos y hay de él un cuadro de exvoto
donde está pintado el suceso con todo primor y cuidado.
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