13 de abril de 1.915, martes.
En Pitillas ocurrió ayer una deplorable desgracia.
Hallábanse jugando, por la tarde, varios niños, en aquella estación del
ferrocarril, cuando uno de ellos tuvo la fatalidad de caerse desde lo alto de
un vagón, cargado de haces de paja, dando con la cabeza en los topes del mismo
y en las vías del tren.
Fue recogido en gravísimo estado y a las ocho de la
noche fallecía. Se llama el desgraciado niño Antonio Esteban Bravo Arcaya.
A
sus desconsolados padres les acompañamos en el sentimiento.
Diario de Navarra. Nº 4.460
En la
estación de Pitillas jugaban varios niños subiendo a los vagones.
Uno de los
niños llamado Antonio Bravo, de 11 años de edad, tuvo la desgracia de caerse de
un vagón de paja al suelo, dando antes con la cabeza en los topes del vagón y
raíles de la vía.
El infeliz falleció a las cuatro horas.
El
Pensamiento navarro.
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