22 de marzo de 1.915, lunes.
D.
Teófilo Arizaleta, Pitillas (Navarra)
“Desearía
me dijesen qué clase de árbol o arbusto se produciría en una tierra que se me
ha salitrado, en regadío eventual; la siembro de cereales y legumbres y nada me
produce, teniendo un buen subsuelo”.
Si la cantidad
de salitre no es extraordinaria se
dan bastante bien en esa clase de tierras el roble blanco de California (Quercus lobata), la higuera, el
eucalipto, el roble, el almendro, el olivo y la viña, entre los árboles y
arbustos. Entre las plantas herbáceas el girasol, la remolacha, el espárrago,
el mijo y el sorgo; también pueden cultivarse, y dan un forraje aceptable, el Distichles maritima, el Atriplex saltbushes de Australia y el Atriplex
semiacebatum.
En estas
tierras se presentan unas eflorescencias de sales, unas veces blancas (debidas
a la presencia de cloruro y de sulfato sódico), otras obscuras (cuando domina
el carbonato sódico). Son mucho más estériles las de eflorescencias obscuras,
toda vez que el carbonato sódico ataca los tejidos de un modo enérgico,
produciendo la muerte de las plantas por una verdadera incisión anular a flor
de tierra.
Debe atenuarse
cuanto se pueda en tales tierras la evaporación, pues ella es la que eleva
hasta la zona en que la vegetación es más activa las mencionadas eflorescencias
salinas. Las limas, repetidas durante el verano, son, por ello, muy eficaces. También
es conveniente enmendar con yeso (sulfato de cal), que da lugar a una doble
descomposición, de la que resulta sulfato sódico (menos perjudicial que el carbonato)
y el carbonato de cal.
Teniendo
agua para regar, aunque sea eventualmente, podría sanearse esa tierra, siempre
que se drenara; sin el drenaje, los riegos son punto menos que inútiles.
A.G.
El Progreso Agrícola y Pecuario. Nº 908
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