En tiempos de Felipe II (IV para los navarros) año de 1570, se fundó la diócesis de Barbastro y pretendieron que los prioratos de Uxue, Funes y Larraga, como antiguos prioratos dependientes de Montearagón, pasaran a la nueva diócesis y tras un intenso litigio siguieron perteneciendo a la diócesis de Pamplona.
A comienzos de 1.618, el Cabildo de Barbastro realiza un pequeño intento de toma de posesión del Priorato de Uxue. Mandan al licenciado Juan de Aguet, arcediano de la iglesia catedral de Barbastro, para que continué “la posesión actual, real y corporal que tienen tomada del priorato de la parroquial de la villa de Uxue, como autoridad apostólica”. Para ello, el arcediano contrata un escribano y un par de testigos para que levante auto de la toma de posesión.
Los cuatro se dirigieron a Uxue y en concreto a la iglesia y cementerio de la parroquial. Los de Uxue ya estaban prevenidos, pues allí habían puesto un guarda, Bernart Lusar, vecino de la villa.
En cuanto Bernart los vio, con grandes voces les dijo:
- Téngase, que aquí no ha de entrar ninguno, porque para impedirlo me tiene puesto por guarda la villa de Uxue.
El escribano le requirió de buenas maneras les dejase hacer su oficio y permitiese la posesión que tienen tomada y para ello les diese lugar y entrada.
El guarda se negó a ello y añadió que les había de oponer resistencia si hiciese falta, como así lo debió de llevar a la práctica, según consta por el auto del escribano.
Viendo la imposibilidad de acceder por este medio, acudieron al campanero, Juan de Machirriain, para pedirle las llaves de la iglesia y proseguir la posesión. El campanero, bien aleccionado, les contestó que tenía notificada una provisión del señor Obispo en que le manda no dé tales llaves y por tanto, no las dará sin que se le traiga nueva orden.
Vista la tozudez de ambos, el licenciado les amenazó con acudir al real Consejo de este Reino y pedir las costas, intereses y menoscabos por hacerle fuerza y perturbar la posesión que hace muchos años tienen tomada del dicho priorato.
Fueron testigos de ello Francisco de Agraz, racionero de la catedral de Barbastro, y Miguel Ximénez, vecino de Murillo el Fruto.
El tema debía ir en serio, pues en febrero del mismo año, la villa de Uxue da un poder para el pleito que pretende llevar ante el señor vicario general de este Obispado de Pamplona contra el Cabildo y Universidad y canónigos de la ciudad de Barbastro sobre la unión y anexión del priorato de la dicha villa de Uxue a la mensa capitular de la dicha catedral de la ciudad de Barbastro.
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