24 de mayo de 1.911, miércoles.
Colegio de San José en Pitillas
A la munificencia del ilustre navarro señor D. José Cadena y Eleta, actual obispo de Vitoria, y al acendrado cariño a su pueblo natal, se debe la fundación del Colegio de San José de Pitillas, dirigido por una comunidad de Hijas de Jesús, el cual fue inaugurado el día 5 de Noviembre de 1.909.
Describiendo este acto, El Eco de Navarra publicó una carta de su corresponsal en Pitillas que decía así:
“Acto agradable y conmovedor ha tenido lugar a las cuatro de la tarde, con motivo de la apertura de las escuelas y clases del Colegio de Religiosas Jesuitinas de la Enseñanza, fundado en esta villa por su esclarecido hijo predilecto, el Excmo. Sr. Dr. D. José Cadena y Eleta, Obispo de Vitoria.
Congregados en una capilla, adornada como sólo las Religiosas saben hacerlo, el Sr. D. Zacarías Zuza, Secretario de Cámara del Sr. Obispo; el R. P. Martínez, Superior de los Jesuitas de San Sebastián; el Sr. Vicario de esta villa D. Emilio Arbeloa, y el Capellán del Colegio D. Luis Sos, con la Rma. M. General y demás Madres y Hermanas de la Comunidad, dirigió la palabra a las colegialas el P. Jesuita, en presencia de sus madres, explanando hermosas ideas para hacer resaltar la diferencia que existe entre las jóvenes y niñas que como ellas se entregan al servicio de Dios y las que lo hacen tal vez cuando el mundo las aborrece, comparando al regalo de una primorosa flor y al de una marchita, ya estropeada. Hízolas ver la facilidad de la salvación de sus almas en el Colegio, y cómo la divina Providencia las había escogido las primeras para ser otras tantas fundadoras de virtudes que han de sembrar y recogerse en Pitillas.
A continuación se cantó el Tantum ergo y motetes tan adecuados al acto, y que hacía preferibles a toda otra música y diversión, dirigidos por la organista Hermana Nila, quien acompañaba con el armonium con admirable finura.
Acto seguido dióse la bendición con el Santísimo y se puso al Colegio bajo la advocación y protección de San José, siendo madrina la amabilísima y virtuosísima señora doña Margarita Cadena y Eleta, hermana del señor Obispo, la cual entregó a las niñas colegialas el uniforme y vistosas capulinas, símbolo de retiro y recogimiento, con cuyas prendas, uniformadas, marcharon a palacio.
La colegiala Victoria Arbeloa, sobrina del señor Vicario, a nombre de todas las colegialas, en un breve pero acertado discurso que a todos emocionó, dio las gracias al señor Obispo, quien algún tanto conmovido, en breves pero elegantes frases manifestó el gozo que sentía su corazón al ver realizado su proyecto concebido y deseado en toda su vida para este su amadísimo pueblo natal.
Que el Cielo recompense eternamente, bendiga y corone tan señalados y distinguidos favores, derramados sobre esta villa por mediación de su predilecto y esclarecido hijo”.
Grabado del Colegio de San José, en Pitillas. (página 115)
Explicaciones del grabado. (página 118)
La Avalancha. Nº 389. Año XVII
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