El Ayuntamiento de Ujué estaba formado por el alcalde, dos regidores cabos y dos regidores segundos.
Como ocurría en muchas localidades en esta época, el sistema para el nombramiento de cargos municipales en Ujué era el de la insaculación*. Los cargos eran “añales”. Para ello, se reunía el concejo, junto con el sustituto fiscal de Olite y su merindad, representante del virrey y quien velaba por la pureza del acto, bajo la presidencia de su alcalde, el día del glorioso San Miguel, contados 29 de septiembre. Este día, además de los oficios de república (regidores), también se nombraban el tesorero y el justicia.
Una vez congregado el concejo, a toque de campana y voz de pregonero público, en la sala de Ayuntamiento, el alcalde mandaba abrir el archivo donde estaban a buen recaudo los principales documentos y privilegios de la villa, que estaba en la misma casa de ayuntamiento, y de allí se sacaban las llaves de los teruelos, y de ellos las tres bolsas de los teruelos de alcaldes y regidores cabos, regidores segundos y tesoreros.
La extracción se hacía de la forma siguiente: Primeramente se abría la bolsa de alcaldes y regidores cabos. En ella, este año, se hallaron 17 teruelos, que son los mismos que quedaron en la última extracción, por tanto no hubo ninguna baja ni incorporación. De estos habían de salir 3 sujetos hábiles que pudieran ejercer dichos empleos. Las tres personas se proponían al señor virrey para que su excelencia eligiera uno de ellos por alcalde y los otros dos quedaban por regidores cabos.
Los teruelos se echaban en una fuente, y eran cubiertos con una toalla para que no se supiese donde estaban cada uno y eran revueltos por un niño de tierna edad. A continuación, el alcalde manda sacar un teruelo, y así se obtenía el nombre de un electo, quien tenía que ser admitido por la villa y su fiscal; y así hasta sacar los tres nombres.
A veces, a los extraídos se les ponían impedimentos para servir el oficio, bien por parte de algún concejante o por el sustituto fiscal. Los cargos que se imputaban para impedir el desempeño del oficio estaban relacionados con el cometido de algún trabajo o cargo con la administración municipal: no haber dado cuentas de años anteriores, ser arrendador o fiador de algún servicio, tener bajo su poder el trigo de la misericordia, etc.
Este año se le puso impedimento por la villa y sustituto fiscal a José Andrés Zuría “por ser fiador y porcionista en la arrendación del molino harinero de la villa hecha por Pedro Garralda”. Por ello se mandó sacar otra bola más. Los cuatro nombres que por ello se sacaron correspondieron a Miguel Jurío Nicolay, Juan Martín Jurío Andrés, José Andrés Zuría y Simón Nicolay Abaurrea.
A continuación el alcalde mandaba volver los teruelos a la bolsa de los alcaldes y regidores cabo y sacar la bolsa de los regidores segundos. De esta bolsa habían de salir dos sujetos hábiles y suficientes para desempeñar el cargo de regidores segundos.
En la bolsa, cuando fue abierta, se hallaron 27 teruelos y echados en la fuente, cubiertos con la toalla y revueltos por el niño citado, se mandó sacar un teruelo y en él se halló el nombre de Miguel Jurío, quien fue admitido por la villa y vecinos. Luego se mandó sacar otro teruelo y salió el de Martín Joseph Pérez y también fue admitido.
Se mandó volver los teruelos a la bolsa y sacar la bolsa de tesoreros. En ella se encontraron 9 teruelos. Hechas las mismas diligencias que en las antecedentes, mandó el señor alcalde sacar uno y salió Pablo Gorría y fue admitido por la villa y vecinos.
Y con esto se concluía la extracción.
Finalmente quedaba pendiente el nombramiento de justicia. La villa, en virtud del privilegio y costumbre que tiene de nombrar justicia lo hace de este modo: dos de los extraídos de la primera bolsa y uno de la segunda de los recientemente sorteados, se retiran a un lugar aparte y consultando entre sí eligen y nombran a quien les parece más oportuno.
Este año el agraciado para el cargo de justicia fue Ignacio Salaberri, el cual se loó y aprobó por todos.
* Se denomina insaculación (lat. in y sacculum, saquito) al procedimiento de elegir alcaldes, regidores u otros oficiales de justicia y de gobierno poniendo en un saco, bolsa o cántaro ciertas bolillas o cédulas.
En las bolas figuran los nombres de las personas capaces y después de haberlas mezclado bien se saca al azar las necesarias para que los sujetos cuyos nombres figuraban en ellas sirviesen a los empleos o cargos que se trataba de proveer.
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