miércoles, 10 de noviembre de 2010

EXPEDIENTE

Expediente relativo a la comisión encomendada por la Junta Central Suprema Gubernativa del Reino  a Gil de Saso y Joaquín Gómez, debiendo auxiliarlos el Prior de Ujué y el brigadier Arizaga.

En esta primera parte (de seis de que se compone el expediente) se expone una Carta de 29 de marzo de 1.809 de los señores Gil de Saso y Joaquín Gómez a Alejandro Dolorea, vocal de la Junta de Legislación nombrado por la Comisión de Cortes, informándole de la red de espionaje que van a poner en marcha, noticias sobre Zaragoza y traslado de prisioneros hechos por los franceses, situación de Palafox, disposición de la juventud para alistarse contra los franceses y petición de documentación que les respalde, además de dinero para su gastos y otras cosas.
Al margen hay un mandato para que se escriba carta al Prior de Ujué autorizándole a dirigir  esta comisión.

Transcripción.

Expediente
Comisión a los señores Saso y Gómez
Debiendo auxiliarlos el Prior de Uxué y el Brigadier Arizaga.







Señor Don Alexandro Dolarea, Muy Señor nuestro:
Habiendo llegado a V. y tratado en virtud de lo que vuestra merced nos encargó con el Señor Prior de los asuntos de nuestra comisión, después de haber conferenciado con la mayor reflexión, hallamos que podemos sacar los partidos siguientes: Primeramente podremos dar noticias individuales de lo que suceda en Pamplona, Bayona, San Juan de Pie el Puerto y también lo que venga de una comunicación, al parecer de la mayor satisfacción, que llegará de París, y a este fin, desde mañana se principiará a mover resortes, pero nada se dirá, que no sea examinado con escrupulosidad. Segundo: el estado actual de la Navarra, por lo que hace al armamento francés da motivos para creer, que tratan de retirarse, porque continuamente suben tropas en pequeñas proporciones a Francia desde Pamplona. Y en la actualidad habrá como dos mil hombres en todo el Reyno, los cuales también se presume subirán a Francia, a lo menos así lo dicen los mismos, e influye a ello el que hacen fortificaciones en Pancorbo y Somosierra y han pasado diez mil hombres de la guardia Imperial a Francia, de dieciséis mil de que se componía la división con otras varias  porciones.
Continuamente bajan bombas y granadas a Pamplona de la fábrica de Orbaiceta.
Han bajado con una grande porción de Brigadas y carros del país a Zaragoza para subir la artillería de esa ciudad. Han inventariado toda la plata de las Iglesias y de la que han podido averiguar de los particulares en Zaragoza. Han subido infinita porción de lanas de esa misma ciudad y muchos carros cubiertos, que se presumen serán alhajas.
El señor Palafox llegó a Pamplona muy oprimido de su enfermedad; en el camino siempre tenía dos centinelas de vista, se le propuso que jurase fidelidad a Joseph 1º, y por no haberlo querido hacer lo han llevado a Bayona. En Pamplona lo trataron con mucho desafecto y desprecio los Generales franceses.
A la Guarnición de Zaragoza la llevaron en diferentes porciones, la primera sería como unos ochocientos hombres custodiados con todo rigor por unos mil quinientos franceses de infantería y caballería. Esta era la tropa del Arrabal; a los infelices, que no podían seguir por sus enfermedades, los mataban a tiros en los caminos, de forma que desde la Bardena a Pamplona, mataron a doce. La segunda porción fue de los que capitularon y contaría de unos cuatro mil hombres, que iban custodiados por unos cuatrocientos franceses; los oficiales llevaban sus sables e iban montados. Muchos de estos han jurado; de los primeros sólo juraron tres y es de presumir que con los que han jurado formarán cuerpos en Baiona, para el Norte. La tercera porción habrá sido de unos dos mil hombres y han seguido a éstos unas pequeñas porciones, que todos juntos compondrán como unos nueve mil, sin incluir muchísimos que han huido en toda la ruta.
La juventud de este Reyno está en la mejor disposición para salir a cualquier punto que se destine, pero el único que había libre, que era por Jaca, se halla en poder de los enemigos y por ello no conviene ningún levantamiento hasta tanto que no recibamos nuevas órdenes y haya a dónde dirigirlos, a menos que los franceses (no) traten de levantar la juventud, que en tal caso de debe sacarla a todo riesgo. Y según el cálculo que prudentemente se ha formado, no se duda se sacarán de varios pueblos de este Reyno hasta cinco mil fusiles poco más o menos.
Mediante a que los Franceses, con sus papeles públicos y mentirosos tratan de alucinar y acobardar a todos, conviene mucho que de ésa se sirva remitirnos todas aquellas noticias que sean más al caso, para electrizarlos y animarlos. Y respecto de que hace cinco correos que los franceses no reciben correspondencia de Galicia, están con bastante cuidado.
Las últimas noticias de Francia son que el Emperador pide muchísima gente, pero se duda que consiga el sacarla.
Pensamos que para que surta efecto nuestro plan de adquirir noticias en Francia y demás de nuestra comisión, convendría que la Junta nos diese un documento, en cuya virtud pudiésemos prometer su favor en aquellos términos regulares, a los que empleásemos en las empresas bajo el supuesto de que en nada abusaremos y que todo el apoyo ha de hallarse en los párrocos y sacerdotes, ampliando dicha facultad si a vuestra merced le parece, a este señor Prior, para que ya que vuestra merced conoce su carácter y que como pudiente no necesita de recursos ajenos, pueda levantar en nombre de la nación algunas cantidades que sirvan para pagar propios y otros gastos que son indispensables y nuestras pagas, porque con los gastos del camino hemos quedado sin dinero.
Como los enemigos han declarado bastantemente su intención de dejar este país enteramente desprovisto de todo género de granos y comestibles, a cuyo fin han embargado todo lo sobrante que se ha encontrado, permiten la extracción a Francia y aún la solicitan, pagando allí a nueve pesetas el robo de trigo que aquí sólo vale a cuatro. Sería muy del caso que la Junta pensase en tomar de antemano algunas providencias, para que cuando lleguen nuestras tropas no se hallen reducidas a la miseria. Y a este fin hemos conferenciado, que dando la nación o la junta, las seguridades correspondientes, correríamos por todos los pudientes y hacendados y esperamos que se lograría ocultar a los franceses algunas buenas porciones de todo género de víveres. En la inteligencia que la vigilancia de los franceses en el día, sobre la ejecución de sus providencias se ha aumentado infinitamente con respecto a la que observaban el año anterior.
Dios guarde a vuestra merced muchos años, 29 de marzo de 1.809. Gil de Saso. Joaquín Gómez.


Al margen: Escriban carta al Prior de Uxué autorizándolo para que dirija esta comisión en los términos que sean más conducentes al bien general de la Patria, manifestándole se entienda con Arizaya en la correspondencia y demás que ocurra y avisen a Arizaya.

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