viernes, 4 de noviembre de 2011

REPARTO DE PREMIOS EN EL COLEGIO DE PITILLAS

04 de noviembre de 1.911, sábado.


De Pitillas
Reparto de premios en el Colegio de Hijas de Jesús

Atentamente invitados por la M. Reverenda Madre Superiora del Colegio que las Hijas de Jesús dirigen en esta villa, asistí ayer al expresado acto.
Presidíalo el Excmo. e Ilmo. Dr. Don José Cadena y Eleta, Obispo de Vitoria, a cuyas expensas se construyó el referido Colegio, y tenía a su derecha al señor alcalde de esta villa don Orencio Sagardoy, al R. P. Martínez, S. J., Superior de la Residencia de San Sebastián y don Zacarías Zuza, secretario de S. E.; ocupando la izquierda don Emilio Arbeloa y don Joaquín Agorreta, párroco y coadjutor de esta villa, y don Blas Iriarte.
Además de los dignos concejales de este Ayuntamiento estaban, entre otros presentes, el capellán del Colegio don Luis Sos, don Ángel Remacha, don Pablo Sada y otros señores que sería prolijo enumerar.
El bello sexo estaba muy dignamente representado por las respetables señoras doña Margarita Cadena, doña Josefa Oteiza, doña Fermina Zabaleta, doña María de Goñi, doña Eustaquia Elorz, doña María Barace, doña María Jesús Esparza, doña Adoración Martínez y alguna más que sentimos no recordar.
Carmen de Goñi, Carmen Iriarte, Inés Sada, Teófila Arbeloa, Beatriz Sagardoy, Justa Gabilondo, Trinidad Sagardoy y otras, formaban precioso ramillete de bellas señoritas.
Cuanto se refiere a la educación de la niñez interesa hondamente a la sociedad, pues en ella ve su continuación en generaciones futuras que al conservar los principios religiosos de sus mayores, rendirá a éstos homenajes de grata recordación.
¡Dichosos los hijos que ajustan su conducta a los principios de la moral de Cristo, y benditos los padres y maestros que educan la niñez en el temor de Dios!
Estas sencillas consideraciones nos ocurrían ayer al ver el numeroso grupo de alumnas, candorosas niñas, que en sus discursos, ora en verso, ya en prosa, ensalzaban unas veces la virtud y fustigaban otras el vicio.
Pusieron de manifiesto sus conocimientos musicales, cantando himnos y ejecutando bonitas composiciones.
Una conversación en correcto francés cerró la labor de las niñas, habiendo cumplido todas como buenas.
Profundamente emocionado, dirigió el venerable Hijo Predilecto de esta villa breves frases al auditorio.
Ante todo, decía S. E., debo manifestar mi profunda satisfacción porque veo realizado el primer acto de esta naturaleza en este Colegio.
Los premios no tanto se han de apreciar por su valor material sino por lo que significan. Para las niñas representan aplicación y aprovechamiento; para las profesoras significa grata satisfacción por sus esfuerzos y por su celo; para el pueblo son símbolo de cultura y adelantamiento, y para mí, finalmente, significan las primicias de los frutos que compensan mis desvelos por este Colegio.
No he de terminar sin dar las más expresivas gracias al M. I. Ayuntamiento y selecta concurrencia que tanto abrillantan este acto, a la vez que me complazco en hacer pública mi gratitud al R. P. Martínez, a quien, por el interés que se toma en todo lo que se refiere al Colegio, corresponde el derecho de fraternidad del mismo.
Así terminó el ilustre mitrado, y enseguida fueron recibiendo los premios de su mano las niñas que más se habían distinguido en el curso anterior.
El Corresponsal. 2 de Noviembre de 1.911

Diario de Navarra. Nº 2.757

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