29 de octubre de 1.911, domingo
La estación de Pitillas
Por exceso de original nos limitamos ayer a dar cuenta del accidente ferroviario ocurrido en la estación de Pitillas.
Hoy publicamos a continuación el comentario que nos envió también nuestro corresponsal en aquella villa y que dice así:
“Muy sensible es lo ocurrido, pero me atrevo a asegurar que no podía menos de suceder así. En primer lugar lo reducido del muelle, que resulta muy incapaz para las considerables cantidades de mercancía, hace que no haya sitio suficiente para desenvolverse los operarios con el debido desembarazo.
Pasan de doscientas mil pesetas las que ingresan en la Compañía, procedentes de esta estación, y ahora dígaseme si merece que se hagan obras de ensanche en las dependencias de la misma. En la actual temporada de vendimia se ha visto más aún la incapacidad del muelle y el público ha tenido y tiene que estar apiñado y sufriendo graves perjuicios en sus intereses por falta material de sitio.
Así sirve la compañía al público en esta villa y lo que todavía agrava más, en una estación de la importancia de esta no hay un triste telégrafo, hoy que tanto se prodigan los adelantos en materia de comunicaciones. Y claro, nadie sabe cuándo salen los trenes de Beire o Caparroso; los dignos empleados están agobiados de trabajo, necesitan hasta los minutos para atender a su obligación, y he aquí que, como digo más arriba, estando despejando la vía para dar paso al rápido, se ha presentado encima, sin darles tiempo para que terminaran la operación.
Haciéndome eco fiel de la opinión y sentir de esta villa, protesto del abandono en que nos tiene la Compañía; a la vez por conducto del DIARIO DE NAVARRA le ruego encarecidamente que con toda premura lleve a efecto el ensanche del muelle y la instalación del telégrafo. ¡Creo que Pitillas merece cuando menos tanto como otros pueblos de mucha menos importancia.
El Corresponsal
Diario de Navarra. Nº 2.752
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